20.6.12

La contaminación produce obesidad y la obesidad contamina


Algunos contaminantes químicos presentes en los alimentos, pueden predisponer a padecer obesidad y otras enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2.
Los denominados químicos disruptores endocrinos (EDCs) son sustancias tóxicas presentes en los alimentos y otros productos de uso cotidiano (pesticidas, insecticidas, fungicidas, detergentes, y plásticos), que interaccionan con el sistema endocrino y provocan que el cuerpo acumule grasa, en lugar de músculo. Y es una relación de ida y vuelta, ya que la obesidad también contamina.

Estas sustancias tienen baja biodegradabilidad lo que hace que se mantengan durante mucho tiempo en el ambiente y se acumulen en la cadena alimentaria. Un dato alarmante es que, los compuestos acumulados en la grasa se transmiten a la descendencia a través de la madre durante la gestación y después en la lactancia. El efecto es mucho más evidente en la edad adulta si la exposición ha tenido lugar en el útero materno, lo que indica la necesidad de reducir la exposición prenatal a estas sustancias.


Entonces.. ¿Que podemos hacer? Es importante enjuagar bien el detergente al lavar la vajilla para evitar que queden residuos del mismo que después puedan ser ingeridos. También podemos elegir con criterio los productos embotellados en recipientes plásticos. Buscar en la base del envase los números de identificación del tipo de plástico. Elegir aquellos que digan 1, 2, 4 o 5. Evitar en los que figure un 3, 6 o un 7.

Pero también la obesidad contamina. Recientes estudios que arrojan datos como que cada persona obesa es responsable, en promedio, de casi una tonelada más de emisiones de dióxido de carbono por año que una persona delgada.

El dióxido de carbono es uno de los gases responsables del efecto invernadero y reducir sus emisiones se ha convertido en un objetivo mundial prioritario para ralentizar el cambio climático.

Cuando se trata de ingerir alimentos, desplazarse en un cuerpo pesado es como conducir un coche grande que consume mucha gasolina. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense también aporta datos al respecto y calcula que entre 1960 y 2002 se podía haber ahorrado el 0,7% de las emisiones de dióxido de carbono y del consumo de combustible si los pasajeros de los vehículos no fueran obesos. En números, según este organismo, se consumieron más de 3.700 millones de litros de combustible debido al sobrepeso de los americanos en esos años.