Son varias las formas en que el tabaquismo afecta el estado
nutricional de las personas. El tabaco modifica el metabolismo, produce cambios
en los hábitos alimentarios y aumenta los requerimientos de muchos nutrientes
por lo que puede llevar a una deficiencia.
Efectos del tabaco
sobre el peso corporal
El posible aumento de peso al dejar de fumar está
relacionado con algunos factores:
- La nicotina produce un aumento del gasto energético en reposo de hasta un 10%, esto quiere decir que si se deja de fumar habrá un gasto energético menos, por lo que será necesario balancearlo aumentando la actividad física o reduciendo la ingesta calórica.
- El humo del cigarrillo produce alteraciones en el olfato y el gusto, por lo que los fumadores no sienten a la comida tan atractiva, estas sensaciones se recuperan al dejar de fumar lo que explica la mayor tendencia al consumo de alimentos.
- El cigarrillo es un potente ansiolítico y antidepresivo. En algunos casos, las personas, al dejar de fumar pueden llegar a combatir la ansiedad con la comida. Cambiando el habito de encender un cigarrillo por el de abrir la heladera.
Efectos del tabaco en
los nutrientes
Algunos componentes del humo del cigarrillo promueven la oxidación
y generan estrés oxidativo. El organismo utiliza vitaminas antioxidantes para protegerse
por lo que aumentan las necesidades de estos micronutrientes. Por otro lado la absorción y utilización de los
mismos esta adversamente afectada en personas fumadoras activas e incluso
pasivas. Esto lleva a posibles
deficiencias.
Vitamina C: actua
como agente reductor y antioxidante en una diversidad de procesos enzimáticos;
de modo que, en el caso concreto del tabaquismo, la vitamina C tiende a
contrarrestar el efecto nocivo de diversas sustancias contenidas en el humo del
tabaco. Esto explica la mayor excreción de esta vitamina, la cual a la vez es
menos consumida por los fumadores por el bajo consumo de frutas y verduras
debido a las alteraciones del gusto.

Adecuadas concentraciones de esta vitamina protegen contra el
asma y el desarrollo tumoral.
La vitamina A también
se ve disminuida en fumadores debido a la función antioxidante de los beta-carotenos.
Vitamina E: Diversos
estudios han mostrado que fumar de modo habitual altera los requerimientos de
vitamina E. Se ha reportado que se encuentran en cantidades deficientes entre
los fumadores sanos comparados con los no fumadores. Se trata de un efecto que
depende de la dosis; los fumadores que fuman 16 o más cigarrillos por día
tienen concentraciones sanguíneas perceptiblemente más bajas.
El acido fólico disminuye
en sangre a causa del tabaco y esto puede predisponer a que el epitelio
bronquial sufra transformaciones neoplásicas (tumores).
Varios metales tóxicos del cigarrillo como el arsénico, el
cadmio, el níquel se depositan en los tejidos y compiten por los sitios de absorción
intestinal del zinc, el hierro y el cobre.
Efectos del tabaco en
el organismo
Es sabido que el hábito de fumar es perjudicial para la
salud. Los efectos nocivos sobre la salud de la exposición crónica al humo del
tabaco no se circunscriben sólo a los sistemas cardiovascular y respiratorio,
sino que afectan prácticamente todos los sistemas funcionales del organismo
humano. Repasemos algunas de sus posibles consecuencias. Vale aclarar
que los efectos adversos se dan tanto en quienes fuman como en quienes conviven
con ellos en ambientes con humo de cigarrillo.
La exposición pasiva al humo del tabaco en el hogar por parte de niños y adolescentes es responsable de una
mayor prevalencia de enfermedades respiratorias, de un menor peso al nacer y de
dificultades en el aprendizaje.
La exposición crónica al humo del tabaco favorece la
aterosclerosis, la hipertensión y la cardiopatía isquémica. En las vías aéreas predispone a procesos
infecciosos respiratorios y cáncer de pulmón.
Con respecto al tabaco como factor de riesgo de desarrollo de cáncer hay que saber que no solo predispone al cáncer de pulmón si no al de muchos
otros órganos como: esófago, riñones, laringe, boca, páncreas, vejiga.
Sobran los motivos
para desaconsejar el hábito de fumar. Debe recordase que con el asesoramiento
nutricional adecuado se puede evitar subir de peso al dejar el cigarrillo. La
persona debe recibir un plan alimentario individualizado que restablezca el
balance nutricional considerando las etapas por las que se atraviesa al
deshabituar el tabaco. La actividad física es otro pilar fundamental para
obtener buenos resultados.