Entonces los profesionales no estamos seguros de prescribir
café, pero no hace falta porque la gente lo consume de todos modos!
Para la mayor parte de las personas que no experiencia
efectos adversos los beneficios sobrepasan los riesgos.
¿Por qué sería bueno el
café?
Los antioxidantes son posiblemente responsables de los
beneficios del café. Nuestro cuerpo produce radicales libres que dañan el ADN. Los
antioxidantes previenen ese daño. Aunque estos compuestos se encuentran en
vegetales y frutas, recientes estudios han mostrado al café como una de las
fuentes más importantes.
La cafeína también
produce efectos positivos en el cerebro. Probablemente debido a que actua como
antagonista de los receptores de adenosina. Estos receptores normalmente
disminuyen la actividad cerebral cuando la adenosina de une a ellos produciendo
sensación de sueño. Pero si la cafeína se une a estos receptores la velocidad
neuronal se incrementa.
El café también parece reducir los niveles de insulina y estrógeno
motivo que quizás explique el menor riesgo de cáncer de endometrio en mujeres que consumen café. La insulina
juega un rol importante en la generación de cáncer de próstata, por lo que también podría ser prevenido.
Existe fuerte evidencia que respalda al café como preventivo
de diabetes tipo II y Parkinson, y evidencia razonablemente buena
sobre sus efectos antidepresivos.
Quienes consumen 225 ml de café diarios parecen tener un 11%
menos de riesgo de desarrollar una enfermedad
cardiovascular. El estudio no tuvo en cuenta momento del día en que fue
bebido, si era o no cafeinado, factores que podrían tener relación.
Los consumidores de café también podrían estar protegiéndose
de cáncer de piel. Otras bebidas con
cafeína producirían el mismo efecto.
No se han realizado grandes estudios aleatorios que estimen si es
mejor consumir café cafeinado o descafeinado.
Este tipo de estudios tiene costos muy altos. Las farmacéuticas no se
dedican a vender café y el mercado no necesita de estudios para vender sus productos.
La dosis óptima varía ampliamente con cada
persona. Algunos no pueden beber nada, otros toleran hasta 6 a 8 tazas por día.
El mejor efecto global aparece en personas con consumo moderado: de 2 a 3 tazas diarias.
Lo malo
El café no siempre ha sido aclamado con una gran cosa ni
tampoco es para todo el mundo.
Los efectos adversos incluyen dolor de cabeza, insomnio, palpitaciones, acidez estomacal, urgencia
urinaria.
A quienes el café les produzca incremento del pulso cardiaco
deberán beber café descafeinado. A quienes les produzca acidez estomacal no debería
beber ni siquiera el descafeinado porque irrita el estomago.
En 1980 un estudio relaciono al consumo de café con cáncer pancreático.
Algunos estudios de años atrás no han tenido en cuenta la relación
entre la ingesta de café y el hábito de
fumar que provee agentes cancerígenos.
Las personas metabolizamos la cafeína de manera distinta. Entonces,
algunos pueden beber una taza de café y quedarse dormidos, mientras otros
necesitan mantener cierta distancia entre la ingesta y la hora de acostarse
para evitar el insomnio.
Algunos cafés con leche dulces pueden contener unas 500
kcalorias, sobre todos los que comienzan con el prefijo “frap-“.
En definitiva..
Mientras que la evidencia global sugiere que el café aporta múltiples
beneficios, las pruebas no son suficientes. Ya que se tratan de asociaciones y
no demostraciones.
Un repentino cambio en la ingesta podría desencadenar malas
consecuencias. Las dos posibilidades, ir de mucho a nada o de nada a mucho incrementaría
el riesgo de ataque cardiaco.
Si consumís café disfrutalo, pero no hace falta que lo consumas
si no te gusta.